El origen de los tatuajes en Barcelona

Desde que se descubrió la primera momia tatuada, Ötzi, en los Alpes austro-italianos, se sabe que el tatuaje ha predominado en una gran cantidad de culturas del mundo, y ha ido evolucionando de forma distinta hasta la actualidad. Pero, ¿sabes cómo empezó la historia de los tatuajes en Barcelona? Aquí te lo contamos.

En los años 60 Barcelona era una zona portuaria con mucha actividad. Esto favoreció la migración procedente del sur y oeste de España. También resultó atractivo para muchos extranjeros de distintas partes del mundo, entre ellos los primeros tatuadores profesionales. En aquella época, el tatuaje no era un arte popular, incluso era socialmente mal visto. Los grupos que más los usaban eran moteros, presidiarios, y sobre todo marineros.

Cuando los barcos americanos se anclaban en la costa barcelonesa, sus tripulantes causaban tendencia por sus tatuajes, interesando e inspirando a artistas de la ciudad. Los tatuadores locales no tenían muchos recursos, pero gracias a la llegada de los tatuadores profesionales, el tatuaje en Barcelona evolucionó.

Uno de los que más influyó fue Ron Ackers, un reconocido tatuador inglés que después de recorrer Europa en su camioneta tatuando a quien lo solicitara, se instaló temporalmente en Barcelona interesado por la cultura del tatuaje catalán. En los 60, aún no había estudios de tatuajes oficiales, y Ron Ackers y los tatuadores locales, realizaban su actividad en las trastiendas de bares y locales frecuentados por marineros.

En los 80, abrió el primer estudio de tatuajes en Barcelona, pero un violento caso de asesinato, llevó al cierre del mismo. Este suceso ocurrió a causa de una aventura amorosa. Donde uno de los dueños del local, fue asesinado por el marido de su amante mientras trabajaba. No obstante, esto no impidió que el tatuaje en Barcelona continuara su evolución.

A partir de los años 90, gracias al impulso de las convenciones de tatuajes en la Ciudad Condal, la evolución en las técnicas, y la creatividad de los tatuadores, permitió la difusión y el reconocimiento del tatuaje como un verdadero arte. Los profesionales del tatuaje en Barcelona aprovecharon este impulso, y comenzaron a abrir locales con fines comerciales. Aun así, ha sido en el siglo XXI cuando realmente este arte se ha democratizado, el uso por parte de celebridades y deportistas de élite ha hecho que la demanda de tatuajes generalice y aumente.

Con el paso del tiempo, Barcelona se ha ido considerando como una de las localidades con más aceptación y respeto hacia el tatuaje. En Black Ship Tattoo BCN, queremos seguir aportando en esta cultura y continuar haciendo historia. Si tú también quieres ser parte de ella, no dudes en pasarte por el estudio, estaremos encantados de compartir un momento contigo y desarrollar tu idea de tatuaje.