El proceso del tatuaje: parte 1

Es difícil decir cuál es el proceso único de un tatuaje; dado que estamos hablando de un arte milenario que se remonta siglos atrás, hay que tener en cuenta que ha ido evolucionando y cambiando con el tiempo. También hay que tener en cuenta que en cada lugar del mundo y cultura, el proceso de un tatuaje y los motivos que hay detrás de su realización son muy distintos. Hay pueblos que utilizan la tinta en la piel como modo de decirle a su entorno que ya son mayores de edad, y hay culturas que lo utilizan de manera puramente estética. Antes, en las culturas blancas y occidentales, los tatuajes eran sinónimo de ciertas profesiones (militares o marinos), experiencias vitales (prisión) o tribus urbanas (moteros), mientras que, librados de estigmas sociales reaccionarios, ahora toman las calles sin prejuicios. La técnica, por otro lado, también ha sufrido una evolución espectacular, así como la pericia y la maestría de las personas que se dedican a tatuar y la oferta en las ciudades.

Así, podemos hablar del proceso que ahora mismo seguimos en nuestra sociedad occidental y de un país desarrollado. ¿Qué pasos se dan entre una idea y el día del tatuaje?

Preparación tatuaje

  1. Hay dos maneras de dar con una idea de tatuaje: hay personas que se lo piensan durante mucho tiempo, viendo ejemplos, significados, inspiración y área donde hacerse la pieza, teniendo claro qué y cómo quieren. Luego están las personas que tienen un concepto y acuden a un tatuador/a específico porque les gusta su estilo y quieren que, mediante su manera de hacer y su arte, plasmen ese concepto sin interferir en él.
  2. El siguiente paso sería concertar una cita y hablar con el/la tatuador/a para ver dónde y cómo quiere la persona hacerse el tatuaje. El profesional del tatuaje sería la persona encargada de dar consejos y forma al proyecto para que el resultado fuera el mejor. Después, deberían concertar una cita con un tiempo suficiente para realizar el tatuaje y el cliente debería recibir toda la información necesaria para saber qué va a pasar, cómo y cuándo. ¡La información es clave!
  3. Elegir ropa cómoda para el día del tatuaje y acorde con la zona a tatuar es obvio, pero no está de más recordarlo. Mejor llevar ropa negra, además.
  4. ¡Llegó el día! La persona por tatuar llegará al estudio y el/la tatuador/a le enseñará el boceto del dibujo a tatuar para que el cliente lo vea y haga cambios, si es necesario.  Compartirán toda la información necesaria, y la persona encargada de realizar la obra tendrá la cabina lista, limpia y desinfectada para cumplir con todas las normativas y que el tatuaje se haga en las mejores condiciones. Se firmará el consentimiento legal, primero. Hablarán de los últimos detalles, se imprimirá el Stencil, se probará el lugar y la posición con una versión a tinta borrable del tatuaje a tamaño real, se ajustará perfectamente y… ¡empieza la magia!

Así se idea y se prepara, generalmente, un tatuaje. En otro post hablaremos sobre qué pasa desde que se enciende la máquina hasta que se cura la pieza. ¡Toda una experiencia!