Una cuestión de peso: qué le pasa a tu tatuaje si engordas o adelgazas

No. No hablamos de esos cuatro kilos que pillaste en Navidad y que no hay manera de quitarte de encima. A veces los entrenamientos para ganar musculatura, los embarazos o la vida en general, nos lleva a tener fluctuaciones en el peso que pueden cambiar drásticamente la forma de nuestro cuerpo.

¿Cómo puede afectar a tus tattoos el aumento de peso? 

La respuesta, en realidad, no puede ser más lógica: depende de dónde esté el tatuaje y de lo grande que sea.

La piel, que es el mayor órgano del cuerpo humano, tiene la cualidad de ser capaz de distenderse casi sin límite. Si hablamos de una zona del cuerpo que no suele cambiar demasiado con el aumento o disminución de peso, el problema será mucho menor. Por ejemplo, un tatuaje pequeño en la muñeca, en el cuello, en el pescuezo, las manos o en el antebrazo, apenas sufrirá cambios.

Sin embargo, cuanto mayor sea la imagen —y si se sitúa en ciertos sitios como el abdomen, los muslos, las nalgas, sitios donde la mayoría de nosotros y nosotras solemos acumular el exceso de grasa— la cosa se complica.

Durante la subida de peso, la piel se estira para acompañar el aumento de tamaño del cuerpo. La expansión de la piel puede ocurrir con el tiempo, por lo que la persona debe ganar peso durante más de un año, de manera continuada, para que los tattoos se vean afectados, llegando a deformarse, perdiendo definición o por la aparición de estrías. En la zona de las estrías, el pigmento de la tinta se romperá, perderá fuerza y la textura del tatuaje será completamente diferente a como era en su forma original. No resulta extraño que acabe también por desvaírse hasta casi su desaparición.

adelgazar tatuajes

Pero, ¿qué ocurre si perdemos peso?

Cuando aumentamos de peso, la piel pierde colágeno y elastina, que normalmente la hacen fuerte, elástica y capaz de retraerse. Si después perdemos ese peso que hemos ganado el resultado no será que recuperemos nuestros tatuajes tal y como estaban antes de engordar. A medida que la piel se expande y pierde su elasticidad, el tatuaje también se expande y alcanza su forma final, que no puede cambiarse, por desgracia. En la mayoría de los casos, si el tatuaje se estaba expandiendo y desvaneciendo durante el aumento de peso, seguirá así durante la pérdida de peso.

Las embarazadas tatuadas pueden tener un problema parecido, particularmente a partir del tercer trimestre y si sus tattoos se encuentran en la zona de las caderas, el abdomen y los muslos. Si el tatuaje está situado en estas zonas, la tinta puede distorsionarse de forma bastante visible. Tras el parto, las células de los fibroblastos de la piel desencadenan el crecimiento de la elastina y el colágeno, las proteínas que proporcionan la función de estiramiento de la piel. Es posible que una piel muy estirada luche por volver a su forma original, pero esto no afectará a que un tatuaje ya distorsionado recupere su forma original.

Ten en cuenta:

  • Con el aumento o disminución de peso, la composición de los tatuajes cambiará, ya sea el tamaño del tatuaje, los detalles o el color.
  • También la posición del tatuaje puede verse afectada, sobre todo tras la pérdida de peso, a causa del exceso de piel que puede quedar.
  • Si un tatuaje era pequeño , pero estaba situado en una zona complicada, susceptible a almacenar el exceso de grasa, tras la pérdida de peso habrá aumentado de tamaño, por estiramiento de la piel.
  • Tras perder peso un tatuaje puede parecer dañado y desvaído, especialmente si el daño y el desvanecimiento ya comenzaron durante el aumento de peso.
  • Atención a los detalles: tanto el aumento como la pérdida de peso pueden ocasionar que tatuajes muy intrincados o con pequeños elementos acaben por perderlos.
  • Para combatir la aparición de estrías si prevés que vas a aumentar de peso por entrenamiento o por embarazo, lo mejor es que procures mantener la piel lo más nutrida e hidratada posible. Los aceites y lociones especiales que puedes encontrar en establecimientos de confianza serán tu mejor apuesta para intentar impedir que afecten a tus tatuajes.