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Tatuando por el mundo

Tatuando por el mundo

Hay cosas que un tatuador no se puede ahorrar, por ejemplo, viajar.

El tatuaje es tanto una profesión como una manera de entender un sector creativo-artístico y de vivir con ciertos códigos de conducta. De la misma manera que lxs médicos y lxs periodistas cumplen con algunas reglas éticas, lxs tatuadores hacen lo mismo. Además, también el propio trabajo acarrea algunas curiosidades intrínsecas a la profesión: por ejemplo, trabajar en estudios por grupos y moverse mucho por el mundo, normalmente. ¿Por qué ocurre esto?

A lxs tatuadores les interesa conocer a otrxs tatuadores para crear conexiones, como a todas las personas que trabajan en sectores artísticos o de artes liberales. La inspiración no viene sola, y moverse se antoja como una necesidad para nutrirse de novedades, nuevas ideas, nuevos profesionales y nuevas oportunidades. Viajar, conocer nuevas ciudades y visitar museos y galerías, aprender de la historia, de la simbología y las tradiciones siempre ha sido una manera de sacar nuevas ideas. Por otra parte, viajar es una manera de aprender nuevas técnicas. El tatuaje es un arte en evolución, y en distintos países se utilizan maneras distintas de tatuar: desde la propia ideación de la pieza a la realización, desde las máquinas más novedosas a las técnicas más antiguas del handpoke o tatuaje manual, todo tattoo requiere un proceso que de adquiere visitando ferias o lugares tradicionales del tatuaje, donde, a veces, están los más expertos en dichas técnicas.

El proceso del tatuaje: parte 1

También está el motivo económico; el tatuaje, en otros países como en Alemania o Suiza, está mejor cotizado y aunque el gasto sea mayor para la persona que se tatúa, el que tatúa, claro, gana más. Así, hay profesionales del tatuaje cuyo estilo encaja en mercados en los que pueden trabajar durante una semana y ganar más que en un mes entero en sus lugares de origen.

Además, y para terminar, lxs tatuadores también viajan para acercar la posibilidad de tatuarse con ellxs a gente de otros lugares; debido a la redes sociales, en un mundo globalizado en el que todas las personas tenemos acceso a seguir a gente de otros países, a veces podemos dar con nuestro profesional del tatuaje ideal y luego, para nuestro pesar, darnos cuenta de que vive horas de vuelo. Si este tatuador viaja y para en ciudades grandes de países en los que el tatuaje está bien considerado, las posibilidades para que la gente exhiba sus diseños serán mayores y, por tanto, su mercado también crecerá.

Es verdad que, además, el tatuaje algo tiene de libertad e ir más allá, por lo que moverse por el mundo parece algo natural que hacer para las personas que se dedican a esto.