Original de Figueres, una pequeña ciudad cerca de la frontera francesa, en la comarca del Alt Empordà. Franki tiene 26 años de edad y lleva más de tres años tatuando de manera profesional. Ya desde muy pequeño, se interesó por el dibujo y la pintura, pero fue mientras estudiaba diseño en Barcelona, que su vida dio un giro al conocer a un amigo que se dedicaba al tatuaje. En ese momento, junto a él, aprendió las técnicas y comenzó a encontrar el estilo que más le define: el blackwork.
Actualmente, sus motivos preferidos a la hora de componer tatuajes son las calaveras, las flores y los animales, poniendo énfasis hasta en los mínimos detalles y creando juegos de contraste.